martes, 9 de diciembre de 2008

Irascible

Un estudiante del zen acudió a su maestro y le planteó su problema:
— Tengo una irascibilidad ingobernable. ¿Cómo puedo curármela?
— Tienes una cosa muy extraña — respondió el maestro —. Quisiera verla.
— Ahora mismo no puedo mostrársela — repuso el discípulo.
— ¿Y cuándo me la puedes mostrar? — preguntó el maestro.
— Me viene de improviso — explicó el estudiante.
— Entonces — concluyó el maestro —, no ha de ser tu propia y verdadera naturaleza. Si lo fuera, podrías mostrármela en cualquier momento. Cuando naciste no la tenías; y tus padres no te la dieron. Piénsalo bien.

Cuento de la tradición budista zen

No hay comentarios: