Un rey estaba sentado melancólicamente a la orilla de un arroyo. Su estado asustaba e inquietaba a los emires, ya que nada lo distraía. Entonces, le prometieron al bufón favorito del rey llenarlo de presentes si lograba hacerlo reír.
A pesar de los esfuerzos, el bufón no conseguía distraer a su rey, que seguía contemplando el arroyo sin levantar la cabeza. Finalmente, el bufón le preguntó al rey:
— ¿Qué ves en ese arroyo?
Y el rey le respondió:
— Veo a un insolente que siempre me fastidia.
Entonces, el bufón le dijo:
— Oh, rey del mundo, tu servidor tampoco es ciego. Ve lo mismo que tú.
Cuento de la tradición sufí
sábado, 6 de diciembre de 2008
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