Cuando un monje le pidió a Tchao Tchu que lo instruyera en el Zen, éste le dijo:
— ¿Has tomado tu desayuno?
— Si, maestro, lo he tomado.
— Entonces, vete a lavar los platos.
Esta respuesta abrió súbitamente los ojos del monje a la verdad del Zen.
Cuento de la tradición budista zen.
martes, 13 de octubre de 2009
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