Nasrudín estaba en la plaza del mercado y se dirigió a la multitud:
— ¡Oh, gentes de este lugar! ¿Quieren el conocimiento sin dificultad, la verdad, sin falsedad, el logro sin esfuerzo, el progreso sin sacrificio?
Muy pronto, se reunió a su alrededor un gran número de personas que gritaban:
—¡Sí, claro que queremos todo eso!
—¡Excelente! —dijo entonces muy serio el mullah—. Lo pregunté solo para saber. Pueden confiar en que, si algún día lo descubro, serán los primeros en enterarse.
Cuento de la tradición sufí.
jueves, 16 de junio de 2011
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