Nasrudín había conseguido empleo en un taller cuando el capataz lo vio dejar sus herramientas y dirigirse hacia la puerta.
—¿Qué crees que estás haciendo? —le dijo.
—Voy a que me corten el pelo.
—¡No puedes ir a que te corten el pelo en tu horario de trabajo!
—Pero me ha crecido también en ese horario.
—Todo no. Eso no es cierto.
—Está bien, en ese caso no me lo haré cortar del todo —concluyó el mullah saliendo del taller.
Cuento de la tradición sufí.
jueves, 30 de junio de 2011
Corte de pelo en horario de trabajo
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