lunes, 14 de junio de 2010

Una tarea difícil

Un maestro zen, al saber que uno de sus discípulos no había comido nada en tres días, le preguntó las razones de aquel ayuno.
— Intento luchar contra mi yo —dijo el discípulo.
— Es una tarea difícil —dijo el maestro desaprobando con la cabeza—. Y todavía debe de serlo más con el estómago vacío.

Cuento de la tradición budista zen.

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