lunes, 7 de junio de 2010

Participar de la acción

El rabino Elimelekh había hecho una hermosa prédica y ahora volvía a tierra natal. Para homenajearlo y mostrar gratitud, los fieles decidieron acompañarlo hasta que saliera de la ciudad. En determinado momento el rabino paró el carruaje, le pidió al cochero que siguiera adelante sin él y caminó junto con el pueblo.
— Bello ejemplo de humildad —dijo uno de los hombres a su lado.
— No existe ninguna humildad en mi gesto, sino solamente un poco de inteligencia. Ustedes aquí afuera están haciendo ejercicio, cantando, bebiendo vino, confraternizando, conociendo nuevos amigos, y todo por causa de un viejo rabino que vino a hablar sobre el arte de la vida. Entonces, dejemos que mis teorías sigan en ese carruaje, porque yo quiero participar de la acción —respondió Elimelekh.

Cuento de la tradición jasídica.

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