Cierta vez, el discípulo Zi Lu le preguntó a Confucio:
— Cuando escuchamos una buena sugerencia, ¿debemos ponerla en práctica inmediatamente?
— Es mejor consultar primero a alguien con más experiencia —repuso el maestro.
Sin embargo, cuando otro discípulo, Ran, le hizo la misma pregunta, la respuesta fue:
— Por supuesto que puede ponerla en práctica.
Un tercer discípulo, que había escuchado ambas afirmaciones, le señaló a Confucio la aparente contradicción. Y la respuesta del sabio fue:
— Li Zu tiende a tomar decisiones apresuradas, por lo tanto, debe ser más cauteloso. Ran, en cambio, siempre vacila y es necesario alentarlo a la hora de decidir algo. Diferentes personas necesitan diferentes respuestas.
Cuento de origen desconocido.
viernes, 11 de junio de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario