Dos grandes amigos trabajaban en un pueblo y decidieron viajar por unos días a la ciudad. Cuando llegaron a ella, vieron un burdel que estaba frente a un santuario. Uno de los amigos decidió pasar unas horas en el burdel, bebiendo y disfrutando de las bellas prostitutas, en tanto que el otro optó por emplear ese tiempo en el santuario, escuchando a un maestro que hablaba sobre la conquista interior.
Luego de unos minutos, el amigo que estaba en el burdel comenzó a lamentar no estar escuchando al maestro en el santuario, en tanto que el otro amigo, en lugar de estar atento a las enseñanzas que oía, soñaba con el burdel y se reprochaba a sí mismo lo necio que había sido por no elegir la diversión. De este modo, el hombre que estaba en el burdel obtuvo los mismos méritos que si hubiera estado en el santuario, y el que estaba en el santuario acumuló tantos deméritos como si hubiera estado en el burdel.
Cuento de la tradición hindú.
martes, 8 de junio de 2010
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