Cualquiera que camine por algún Barrio Chino de Estados Unidos puede observar las estatuas de un hombre corpulento con una bolsa de lino al hombro. Los comerciantes lo llaman “El Chino Feliz” o “El Buda que ríe”.
Este hombre, llamado Hotei, vivió en la dinastía T'ang. No se consideraba a sí mismo un maestro zen ni reunía discípulos a su alrededor. En lugar de ello, andaba por las calles con una gran bolsa en la que ponía dulces, frutas o galletas para los niños que lo seguían. Con ellos estableció un jardín de infantes en las calles.
Cuando encontraba a un devoto del Zen, extendía su mano y decía: "Dame una moneda. Y si alguno le pedía que ingresara a un templo para enseñar a otros, él insistía: "Dame una moneda”.
Cierta vez, un hombre le preguntó:
— ¿Cuál es el significado del Zen?
Inmediatamente, Hotei dejó caer la bolsa en el suelo, como una respuesta silenciosa.
— Entonces —preguntó el otro—, ¿qué es realmente el Zen?
De inmediato, el Chino Feliz colgó su bolsa al hombro y siguió su camino.
Cuento de la tradición budista zen.
viernes, 30 de abril de 2010
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