Cuando Daiju visitó al maestro Baso en China, éste le preguntó:
— ¿Qué buscas?
— Iluminación —relicó Daiju.
— Tú tienes tu propio cofre del tesoro. ¿Por qué buscas afuera?
— Pero, si es así, ¿dónde está mi tesoro?
— Lo que estás pidiendo es tu tesoro.
En ese momento, Daiju encontró la iluminación. Y, a partir de entonces, siempre urgía a sus amigos: “Abre tu propio cofre del tesoro y úsalo”.
Cuento de la tradición budista zen.
viernes, 2 de abril de 2010
Abre tu propio cofre del tesoro
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