Cuando Nasrudín tenía una tintorería, vino un cliente que le preguntó:
— ¿Podrías teñirme este vestido?
— ¿De qué color lo quieres?
— Ah, nada complicado, pero que no sea ni rojo, ni verde, ni blanco, ni negro, ni amarillo, ni lila. Bien, ya me entiendes, no querría ningún color conocido, pero fuera de esto, nada especial. ¿Me lo puedes hacer?
— ¡Claro que si, hombre! Pasa a recogerlo cuando quieras, pero que no sea ni lunes, ni martes, tampoco miércoles, ni jueves y menos viernes. ¡Ah! Y el sábado y domingo esta cerrado. Fuera de esto, ya lo sabes, siempre y cuando quieras.
Cuento de la tradición sufí.
martes, 13 de abril de 2010
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