Un hombre necesitaba hacerse un nuevo par de zapatos. Antes de ir al zapatero, trazó un diagrama detallado de sus pies en un pedazo de papel y escribió cuidadosamente todas las medidas.
Al llegar al negocio, descubrió que había olvidado el papel y regresó de inmediato a su casa a buscarlo. Ya atardecía cuando volvió y comprobó que todas las tiendas estaban cerradas. Afligido, le explicó la situación a un comerciante que bajaba la persiana de su negocio:
— ¡Pero hombre! —exclamó el tendero luego de escucharlo— ¡Podría haber confiado en sus pies, ya que los traía con usted! ¿Por qué fue hasta su casa para buscar el diagrama?
— Supongo que confiaba más en mis mediciones — musitó el hombre, algo avergonzado.
Cuento de la tradición taoísta.
miércoles, 21 de julio de 2010
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1 comentario:
Como decimos por aquí; el hombre era un poco “tocho”.
Salud2
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