Se cuenta que un grupo de diez sabios decidieron hacer un viaje juntos para compartir sus conocimientos y enriquecerse mutuamente intercambiando experiencias.
Pero también querían divertirse y, cierta noche, acudieron a una ciudad en la que se celebraba una fiesta local. Cenaron copiosamente, bebieron, bailaron y, de madrugada, se dispusieron a volver a su campamento situado al otro lado de un gran río.
Para cruzarlo, tomaron una barcaza que había atada a un árbol y fueron remando un poco confundidos por la niebla que los rodeaba. Finalmente llegaron bastante mareados y algo dormidos, a la orilla opuesta. Ya en tierra decidieron contarse, en medio de bromas y carcajadas, por si acaso alguno había caído al agua. Pero al hacerlo descubrieron que solamente eran nueve. ¿Dónde estaba el décimo de ellos?
Buscaron entre los arbustos y la maleza que crecía al borde del río pero cuando volvieron a contarse seguían siendo nueve. La situación era angustiosa. Uno de ellos se había caído al agua. Comenzaron a gimotear y a lamentarse por no haber permanecido sobrios.
Entonces llegó el barquero que les había facilitado la embarcación y observó a los sabios, que otra vez se estaban contando. El hombre descubrió enseguida lo que ocurría. Cada hombre olvidaba contarse a sí mismo. Así que les fue propinando una bofetada a cada uno de ellos y luego los instó a que se contaran de nuevo. Fue en ese instante cuando contaron diez y se sintieron contentos de estar ya lo suficientemente despiertos como para no olvidarse de si mismos.
Cuento de la tradición hindú.
martes, 12 de enero de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario