Una noche, mientras dormía, Nasrudín sintió frío y se despertó. Hacía un tiempo espantoso. Llovía, granizaba y, entre estallido y estallido de truenos, oyó el ruido de una discusión junto a su casa.
Movido por la curiosidad, saltó de la cama, se cubrió con su manta de lana y salió para descubrir la causa de aquel bullicio. Advirtió entonces que había una banda de ladrones que, tan pronto como lo vieron, se arrojaron sobre él, le arrebataron la manta y huyeron.
Tiritando de frío y de miedo, regresó a su casa, cerró la puerta y se reunió con su mujer en la cama.
— ¿Qué era ese ruido? —le preguntó ella. Entonces, Nasrudín le respondió con tono desenvuelto:
— Era una banda de pillos que se peleaban por mi manta. Una vez que la consiguieron, hicieron las paces y prosiguieron tranquilamente su camino.
Cuento de la tradición sufí.
miércoles, 6 de enero de 2010
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