Un discípulo se quejaba a menudo de que su maestro no le explicaba bien las cosas.
Cierto día, mientras paseaban por el campo, el discípulo exclamó:
— ¡Qué perfume delicioso tienen estas flores!
Rápidamente, el maestro dijo:
— ¿Ves cómo no te oculto nada?
Cuento de la tradición budista zen.
martes, 10 de noviembre de 2009
El perfume de las flores
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