El maestro del té Sen de Rikyu quiso colgar una cesta de flores en una columna. Le pidió a un carpintero que lo ayudara, dándole indicaciones para que la ubicara un poco más alta o más baja, a la derecha o a la izquierda, hasta encontrar el sitio preciso.
— Ese es el lugar —dijo finalmente Sen.
Para probar al maestro, el carpintero marcó el lugar y luego fingió que lo había olvidado.
— ¿Era éste el sitio? ¿O tal vez este otro? —preguntó mientras señalaba varios puntos de la columna.
Pero era tan exacto sentido de la proporción del maestro del té que sólo dio su aprobación cuando el carpintero señaló el lugar preciso que había marcado.
Cuento de la tradición budista zen.
lunes, 20 de septiembre de 2010
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