Dos maestros zen, Daigu y Gudo, fueron invitados a visitar a un señor feudal. Al llegar, Gudo le dijo al señor:
— Tú eres sabio por naturaleza y tienes una capacidad innata para aprender Zen.
— Tonterías —dijo Daigu—. ¿Por qué halagar a este tonto? Puede ser un señor, pero no sabe nada del Zen.
Sin embargo, en lugar de construir un templo para Gudo, el noble lo hizo para Daigu y estudió Zen con él.
Cuento de la tradición budista zen.
viernes, 17 de septiembre de 2010
Dos maestros y un señor feudal
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