Cierta vez, un peregrino le dijo al río Ganges:
— Si tú purificas a los hombres, tus aguas deben estar llenas de pecados.
— No —repuso el río—, yo los hago desembocar en el océano.
El peregrino fue entonces al océano y le dijo:
— Si tú recibes el agua del Ganges, debes estar lleno de pecados.
— No —replicó el río—, yo evaporo esa agua hacia las nubes.
El hombre se dirigió entonces a las nubes y les dijo:
— Si vosotras recibís el agua del océano, debéis estar llenas de pecados.
— No —contestaron las nubes—, nosotras devolvemos el agua a los hombres en forma de lluvia.
Cuento de la tradición hindú.
lunes, 13 de septiembre de 2010
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