Por circunstancias imprevistas, cierto día se retrasó la preparación de una cena a la que estaban invitados el maestro zen Fugai y sus discípulos. A toda prisa, el cocinero salió al jardín con su cuchillo curvo y cortó algunos vegetales para preparar sopa sin saber que, en el apuro, había incluido trozos de una serpiente.
Los discípulos de Fugai pensaron que nunca había probado una sopa tan deliciosa. Pero cuando el maestro encontró la cabeza de la serpiente en su plato, llamó al cocinero.
— ¿Qué piensas de esto? — le preguntó, sosteniendo en alto el pedazo de reptil.
— ¡Oh, gracias, maestro, es excelente! — replicó el cocinero mientras tomaba el bocado y lo engullía rápidamente.
Cuento de la tradición budista zen.
viernes, 19 de febrero de 2010
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