Los indios shuar, los llamados jíbaros, cortan la cabeza del vencido. La cortan y la reducen hasta que cabe en un puño, para que el vencido no resucite. Pero el vencido no está del todo vencido hasta que le cierran la boca. Por eso le cosen los labios con una fibra que jamás se pudre.
Cuento de Eduardo Galeano.
viernes, 5 de febrero de 2010
Celebración de la voz humana 1
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario