El joven discípulo de un filósofo sabio lo visitó y le dijo:
— Maestro, un amigo tuyo estuvo hablando de ti con malevolencia.
— ¡Espera! — lo interrumpió el filósofo —. ¿Ya pasaste por los tres filtros lo que vas a contarme?
— ¿Los tres filtros?
— Sí. El primero es la verdad. ¿Estás seguro de que lo que vas a decirme es cierto?
— No. Lo escuché de boca de unos vecinos.
— ¿Al menos lo pasaste por el segundo filtro, que es la bondad? ¿Es bueno para alguien lo que me vas a decir?
— No, en realidad no. Al contrario...
— El tercer filtro es la necesidad ¿Es necesario hacerme saber lo que tanto te preocupa?
— A decir verdad, no.
— Entonces — dijo el sabio sonriendo —, si no es verdadero, bueno, ni necesario, olvidémoslo.
Cuento de origen desconocido.
sábado, 20 de junio de 2009
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2 comentarios:
Hola, Graciela:
Muchas gracias por tu blog.
Recibe un afectuoso abrazo,
Gonzalo
http://osho-maestro.blogspot.com/
se breve al hablar y selectivo al escuchar, si necesitas criticar analiza los propios desvios de tu mente pensante y burlate de tu manera de perderte en el camino...
Me gustan estos cuentos y creo haber leído varios ya en los libros que generalmente leo... si esto es lo que llamo una buena lectura.
besos y gracias por acercarla
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