El discípulo se arrodilló para ser iniciado en el aprendizaje, y el gurú le susurró al oído el sagrado mantra, advirtiéndole que no se lo revelara a nadie.
— ¿Qué ocurrirá si lo hago? — preguntó el discípulo.
— Aquel a quien le reveles el mantra — dijo el gurú — quedará libre de la esclavitud de la ignorancia y el sufrimiento. Pero tú quedarás excluido del aprendizaje y te condenarás.
Tan pronto hubo escuchado aquellas palabras, el discípulo salió corriendo hacia la plaza del mercado, congregó a una gran multitud y repitió a voz en cuello el sagrado mantra para que lo oyeran todos.
Los discípulos se lo contaron más tarde al gurú y pidieron que aquel individuo fuera expulsado del monasterio, por desobediente. El gurú sonrió y dijo:
— No necesita nada de cuanto yo pueda enseñarle. Con su acción ha demostrado ser un gurú con todas las de la ley.
Cuento de origen desconocido.
domingo, 7 de junio de 2009
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