Un niño de la India fue enviado a estudiar a un colegio de otro país.
Pasaron algunas semanas y, un día, el jovencito se enteró de que en el colegio había otro niño indio y se sintió feliz. Indagó sobre ese niño y supo que era del mismo pueblo que él y experimentó un gran contento.
Más adelante, le llegaron noticias de que el niño tenía su misma edad y sintió una enorme satisfacción. Pasaron unas semanas más y comprobó finalmente que el niño era como él y tenía su mismo nombre. Entonces, a decir verdad, su felicidad fue inconmensurable.
Cuento recopilado por Ramiro Calle.
miércoles, 3 de junio de 2009
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