Un discípulo estaba ansioso por recibir las más altas enseñanzas y le preguntó a su maestro:
— Por favor, señor, ¿qué es la verdad?
— La verdad está en la vida de cada día.
Decepcionado, el discípulo protestó:
— En la vida de cada día sólo encuentro rutina y vulgaridad pero no veo la verdad por ningún lado.
El maestro dijo:
— Esa es la diferencia. Unos la ven y otros no.
Cuento tomado del libro “Los 120 mejores cuentos de las tradiciones espirituales de Oriente”, de Ramiro Calle y Sebastián Vázquez.
viernes, 15 de mayo de 2009
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