Un día se reunieron todos los animales para quejarse del comportamiento de los humanos.
— A mí me roban mi leche — protestó la vaca.
— Y a mí, mis huevos — dijo la gallina.
— A mí, me matan para robarme mi carne y mi tocino — se quejó, indignado, el cerdo.
— Y a mí me persiguen para robarme mi grasa — replicó furiosa la ballena.
— Yo tengo una cosa que no pueden robarme aunque quieran — afirmó el caracol —. Tengo tiempo.
Cuento de origen desconocido.
martes, 5 de mayo de 2009
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2 comentarios:
El tesoro que más nos interesaría robar !!!!!!!!!!!!
Magnífico, como siempre.
UN ABRAZO.
¡Hola!, amiga Graciela:
¿De dónde sacas estos hermosos cuentos?
Bellísimos. Voy a probar a leérselos a mis alumnos, seguro que les encantarán.
Gracias.
Carlos Blanco
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