Govinda, el gran predicador, leía las escrituras sentado en una roca cerca de un torrente cuando su rico discípulo Raghunath se inclinó ante él y depositó, como ofrendas, dos hermosos brazaletes de oro adornados con piedras preciosas.
Govinda levantó un brazalete y lo hizo girar entre sus dedos. De pronto, la joya resbaló de su mano, rodó por la roca y desapareció en los remolinos de la rápida corriente. Raghunath lanzó un grito y saltó al torrente. Buscó el brazalete durante mucho tiempo, mientras Govinda leía las escrituras.
El día se apagaba cuando el discípulo, cansado y empapado, subió por la orilla.
— Si me pudieses indicar dónde ha caído — le dijo a su maestro —, seguro que podría encontrarlo.
Entonces, Govinda tomó el segundo brazalete y lo tiró a los remolinos del agua, mientras decía:
— ¡Ha caído allí!
Cuento de la tradición hindú
lunes, 11 de mayo de 2009
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2 comentarios:
El maestro era medio jodido, convengamos, pero todo vale a la hora de dar una buena lección.
BESOS
La historia es muy buena, salvo la parte en que leía las escrituras. La lección es muy interesante.
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