Había una vez dos hermanos gemelos criados en el mismo hogar, por el mismo padre.
Compartían la dura experiencia de crecer bajo la tiranía, los injurias y los golpes de un padre alcohólico, autoritario e irresponsable. Frecuentemente el padre tenía problemas con la policía.
Uno de los hermanos dejó la escuela y se convirtió en alcohólico. Se casó y actuaba como su papá con su familia, maltratándola. Apenas trabajaba y en repetidas ocasiones tenía problemas con la policía. Un día, le preguntaron por qué actuaba de esa manera. Él contestó:
— Con un padre y una infancia como la que tuve, ¿cómo hubiera podido ser distinto?
El otro hermano, a pesar de la misma crianza difícil, nunca dejó de estudiar. Se casó y era un esposo atento y un buen padre. Se volvió un empresario exitoso que aportaba mucho a su comunidad. Un día, le preguntaron a qué atribuía el éxito que había tenido en su vida. Él respondió:
— Con un padre y una infancia así, ¿Cómo hubiera podido ser distinto?
Cuento de origen desconocido
miércoles, 11 de marzo de 2009
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1 comentario:
Qué magnífica lección.
Què cuento que cala hondo, en la reflexión de tus lectores.
Un abrazo.
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