Había una vez un joven monje que practicaba muy seriamente el camino de la iluminación.
Cierta vez, encontró una enseñanza que no comprendía y fue a consultar a su maestro. Este lo escuchó e inmediatamente se alejó mientras reía.
El monje se sintió herido por la reacción del maestro y, durante tres días no pudo comer ni dormir. Finalmente, fue hasta él y le confesó cuánto lo había perturbado su risa.
— ¿Sabes cuál es tu problema? — le preguntó el maestro — Eres peor que un payaso.
El joven se sorprendió y dijo:
— ¿Cómo puedo ser peor que un payaso?
— Un payaso disfruta viendo reír a la gente — explicó el maestro —. Tú, en cambio, te sientes perturbado porque alguien se ríe. ¿No eres peor que un payaso?
Cuando el monje escuchó esto, comenzó a reír y alcanzó la iluminación.
Cuento de la tradición budista zen
viernes, 6 de febrero de 2009
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