Cierta vez, un cordero se vistió con la piel de un tigre. Mientras se pavoneaba orgulloso, balaba alegremente frente a la hierba tierna.
De pronto, divisó a lo lejos a un lobo que venía y empezó a temblar como una hoja. Había olvidado que se encontraba bajo la piel de un tigre
Cuento de origen desconocido
lunes, 2 de febrero de 2009
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1 comentario:
Uy!!! me has dado de nuevo en el blanco. Yo me pongo coraza para que nadie sepa que sufro, y a veces, olvido que la tengo, y la mojo con ríos de lágrimas.
La piel de tigre es puro disfraz.
Precioso y aleccionador.
Un saludo.
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