Había una ciega sentada en la calle, con una taza y un pedazo de cartón, escrito con tinta negra, que decía:
POR FAVOR
AYÚDEME
SOY CIEGA.
Un creativo de publicidad, que pasaba frente a ella, se detuvo y observó unas pocas monedas en la taza.
Sin pedirle permiso, levantó el cartel, lo dio vuelta, tomó un marcador negro que llevaba y escribió otro anuncio. Volvió a poner el pedazo de cartón sobre los pies de la mujer y se fue.
Por la tarde, el creativo pasó nuevamente frente la ciega que pedía limosna; su taza estaba llena de billetes y monedas.
La ciega reconoció sus pasos y le preguntó si había sido él quien reescribiera su cartel y, sobre todo, qué había escrito.
El publicista le contestó: “Nada que no sea tan cierto como tu anuncio, pero con otras palabras”. Sonrió y siguió su camino.
El nuevo mensaje decía:
HOY ES PRIMAVERA
Y NO PUEDO VERLA.
Cuento de origen desconocido
sábado, 28 de febrero de 2009
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1 comentario:
No dudaría en contratar a tal publicista.
Muy Bueno !!!!
Un beso grande.
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