Nasrudín volvió a su pueblo luego de una visita a la ciudad real y los aldeanos se reunieron para escuchar el relato de su viaje.
— Sólo puedo decirles —afirmó el mullah con voz solemne— que el rey me habló.
La mayoría de los aldeanos corrieron a difundir la maravillosa noticia, pero uno de los que quedaban preguntó:
— ¿Y qué te dijo el rey?
— Lo que me dijo, con toda claridad, fue:” ¡Fuera de mi camino!".
Cuento de la tradición sufí.
jueves, 13 de enero de 2011
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