Un hombre tenía dos hijos.
— Cuando muera, lo partiréis todo a medias —les dijo en una ocasión.
El padre se murió y los hijos comenzaron a discutir sobre la herencia. Finalmente, le pidieron a un vecino que los aconsejara, y éste les preguntó:
— ¿Cómo dijo vuestro padre que dividierais la herencia?
Los hermanos contestaron:
— Nos recomendó que la partiéramos a medias.
— Entonces —dijo el vecino—, cortad en dos los trajes, romped la vajilla por la mitad, y partid en dos cada cabeza de ganado.
Los hermanos siguieron el consejo del vecino y se quedaron sin nada.
Cuento de León Tolstoi.
domingo, 30 de enero de 2011
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario