Un día de verano, el venerable maestro Chao-chou le propuso un pequeño concurso de réplicas zen a su discípulo Wen-yuan. El desafío consistía en ver quién podía identificarse con lo más bajo en la escala de valores humanos. Chao-chou comenzó:
— Yo soy un burro.
— Yo soy nalgas del burro —replicó Wen-yuan.
— Yo soy el estiércol del burro —continuó Chao-chou.
— Yo soy un gusano en el estiércol —dijo el discípulo.
Incapaz de pensar en una réplica, el maestro preguntó:
— ¿Y qué estás haciendo allí?
— Estoy pasando mis vacaciones de verano —afirmó Wen-yuan.
Entre carcajadas, Chao-chou reconoció su derrota.
Cuento de la tradición budista zen.
domingo, 23 de enero de 2011
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