Sariputta era uno de los más grandes discípulos del Buda y llegó a ser un iluminado de excepcional sabiduría. Viajaba propagando su enseñanza y, cierto día, al pasar por una aldea, vio que una mujer sostenía en una mano un bebé y con la otra estaba dando una sardina a un perro. Con su visión clarividente e intemporal pudo ver quiénes habían sido todos ellos en una pasada existencia.
Se trataba de una mujer casada con un cruel marido que la golpeaba a menudo. Se enamoró de otro hombre pero entre su padre y su marido, poniéndose de acuerdo para ello, le dieron muerte.
Ahora, la mujer mantenía a un bebé en sus brazos, su antiguo amante, que fuera asesinado. La sardina era su despiadado marido y el perro, su padre. Todos habían vuelto a reunirse en la presente vida, pero en condiciones muy distintas.
Cuento de la tradición hindú.
jueves, 13 de mayo de 2010
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