—¿Cómo puedo experimentar mi unidad con la creación? —preguntó el discípulo.
—Escuchando —respondió el Maestro.
—¿Y cómo debo escuchar?
—Siendo un oído que presta atención a la cosa más mínima que el universo nunca deja de decir. En el momento en que oigas algo que tú mismo estás diciendo, detente.
Cuento de Anthony de Mello.
sábado, 9 de abril de 2011
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