El místico judío Baal Shem Tov tenía una curiosa forma de orar a Dios. Decía:
— Recuerda, Señor, que Tú tienes tanta necesidad de mí como yo de Ti. Si Tú no existieras, ¿a quién iba yo a orar? Y si yo no existiera, ¿quién iba a orarte a Ti?
Cuento de la tradición jasídica.
miércoles, 20 de abril de 2011
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