Un ciempiés vivía tranquilo y contento hasta que un sapo le preguntó:
—¿En qué orden mueves los pies cuando caminas?
El ciempiés comenzó a pensar en el tema, a hacer pruebas y a confundirse hasta que, al final, se quedó completamente inmóvil.
Cuento de origen desconocido.
martes, 26 de abril de 2011
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