Nasrudín y un amigo fueron a un restaurante y, para economizar, decidieron compartir un plato de berenjenas. Pero, antes de pedirlas, discutieron fuertemente sobre si debían ser rellenas o fritas.
Al final, cansado y hambriento, Nasrudín cedió y pidieron berenjenas rellenas.
De pronto, mientras esperaban la comida, su acompañante sufrió un colapso y se desmayó. Nasrudín se levantó con rapidez del asiento.
—¿ Vas a buscar un médico? —le preguntó alguien desde una mesa próxima.
— No, tonto —gritó el mullah—. Voy a ver si no es demasiado tarde para cambiar el pedido.
Cuento de la tradición sufí.
lunes, 25 de abril de 2011
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