Para sorpresa de todos, al Maestro no parecía producirle demasiado entusiasmo la educación religiosa de los niños.
Cuando le preguntaron la razón de ello, respondió:
—Vacunadlos de pequeños y les impediréis contagiarse cuando crezcan.
Cuento de Anthony de Mello.
domingo, 24 de abril de 2011
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