Había un ratón que estaba siempre angustiado porque le tenía miedo al gato. Un mago se compadeció del él y lo convirtió... en un gato.
Pero entonces empezó a sentir miedo del perro. De modo que el mago lo convirtió en perro.
Luego empezó a sentir miedo de la pantera, y el mago lo convirtió en pantera. Con lo cual empezó a temer al cazador.
Llegado a este punto, el mago se dio por vencido y volvió a convertirlo en ratón, diciéndole:
— Nada de lo que haga por ti va a servirte de ayuda, porque siempre tendrás el corazón de un ratón.
Cuento tomado del libro “La oración de la rana”, de Anthony de Mello.
miércoles, 23 de septiembre de 2009
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