Un día, en la plaza del mercado, Nasrudín estaba tocando en su laúd solamente una nota. Después de un rato, uno de los hombres que lo escuchaba le dijo:
—Mullah, esa nota que tocas es bonita pero, ¿por qué no la varías un poco como hacen los otros músicos?
—Los otros músicos son unos tontos —repuso el mullah—. Ellos están buscando la nota correcta. Yo ya la encontré.
Cuento de la tradición sufí.
lunes, 23 de mayo de 2011
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario