El señor Naoshige le dijo un día a Shoun, uno de sus más antiguos samuráis:
—La fuerza y el vigor del joven Katsuchige son admirables para su edad. Cuando lucha con sus compañeros, vence incluso a los mayores que él.
—A pesar de que ya no soy joven estoy dispuesto a apostar que no conseguirá vencerme —afirmó el anciano Shoun.
Para Naoshige fue un placer organizar el encuentro que tuvo lugar esa
misma noche en el patio del castillo, en medio de un gran número de
samuráis. Estos estaban impacientes por ver lo que le iba a suceder al
viejo Shoun.
Desde el comienzo, el joven y poderoso Katsushige se precipitó sobre su frágil adversario. Shoun estuvo a punto de caer varias veces. Sin embargo, ante la sorpresa general, cada vez se restableció en el último momento. El joven, exasperado, intentó derribarlo poniendo toda su fuerza en el empeño, pero Shoun aprovechó hábilmente su movimiento y fue él quien lo desequilibró, arrojándolo al suelo.
Después de ayudar a su adversario, todavía atontado, a levantarse, Shoun se acercó al señor Naoshige y le dijo:
—Sentirse orgulloso de su fuerza cuando aún no se domina la fogosidad es como vanagloriarse públicamente de los propios defectos.
Cuento de la tradición budista.
lunes, 30 de mayo de 2011
La apuesta del viejo guerrero
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