Un hombre carente del sentido del olfato se durmió en medio de una plantación de cebollas vistiendo una espléndida túnica. Cuando despertó, las personas huían de él en todas direcciones.
—¡Qué triste y solitario es el destino de un esteta! —se lamentó—. Por falta de sensibilidad visual todas las gentes se quedan sin gozar el espectáculo de mi vestidura.
Cuento de la tradición sufí.
martes, 31 de mayo de 2011
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