Cierta vez le preguntaron al maestro Nan-in qué era el Buda y respondió:
—Espera a que haya uno y te lo diré.
Ante semejantes palabras, el monje que había hecho la pregunta dijo:
—Si es así como afirmas, no hay nada de Buda en ti.
—En eso tienes razón —replicó Nan-in.
—¿En qué tengo razón, maestro?
—Estamos en el día treinta de este mes —fue la respuesta.
Cuento de la tradición budista zen.
lunes, 16 de mayo de 2011
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