Unos hombres estaban de visita en casa de un maestro. Uno le dijo al otro:
—¿Has venido como yo a escuchar sus enseñanzas?
—No —contestó el otro—. Para mí es suficiente ver cómo se ata las sandalias.
Cuento tomado del libro “Los 120 mejores cuentos de las tradiciones espirituales de Oriente”, de Ramiro A. Calle.
jueves, 26 de mayo de 2011
La enseñanza de la acción impecable
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