Para probar el conocimiento de un médico, cierto rey envió a varias personas sanas a que fuesen examinadas por él. El doctor le dio una medicina a cada una de ellas.
Cuando el rey lo amonestó y lo acusó de fraude, el galeno respondió:
— ¡Perdóname, oh gran Rey! Hace tanto tiempo que veo solamente a enfermos, que he llegado a imaginar que todo el mundo lo está y ¡tomé el brillo de los ojos de la buena salud por un síntoma de fiebre!
Cuento de la tradición sufí.
viernes, 18 de febrero de 2011
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