Un joven rabí se quejó al rabí de Ryzhyn:
— Durante las horas que dedico al estudio siento la vida y la luz, pero en el momento en que dejo de estudiar todo ha desaparecido. ¿Qué debo hacer?
El rabí de Rizhyn respondió:
— Es como cuando un hombre marcha por un bosque en una noche oscura y, durante un tiempo, se le une otro con una linterna en la mano. Cuando se separan en un cruce, el primero siente temor a seguir solo y a tientas su camino. Pero si un hombre lleva su propia luz consigo, no debe tener miedo a la oscuridad.
Cuento de la tradición jasídica.
jueves, 3 de febrero de 2011
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