Cuando Chuang Tzu estaba a punto de morir, sus discípulos comenzaron a planear un funeral magnífico.
Pero Chuang Tzu dijo:
— Tendré el cielo y la tierra como ataúd; el sol y la luna colgarán sobre mí como símbolos de jade; planetas y constelaciones brillarán como joyas a mi alrededor
y todos los seres estarán presentes para llorarme en el velorio. ¿Qué más se necesita? Todo está ampliamente previsto.
Pero los discípulos, dijeron:
— Tememos que los cuervos y milanos coman de nuestro Maestro.
Chuang Tzu respondió:
— Bueno, por encima del suelo me comerán cuervos y milanos. Y debajo de la tierra seré comido por hormigas y gusanos. En cualquier caso, seré consumido.
Así que ¿por qué favorecer a los pájaros?
Cuento de la tradición taoísta.
lunes, 7 de febrero de 2011
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