Un día, Nasrudín paseaba por un callejón cuando un hombre resbaló de un tejado y cayó encima de él. El hombre salió indemne, pero el mullah fue llevado al hospital.
— ¿Qué enseñanza te sugiere este suceso, maestro? —le pregunto uno de sus discípulos.
— ¡No creas en la inevitabilidad, incluso aunque causa y efecto parezcan inevitables! Elude las preguntas teóricas como “si un hombre cae desde un tejado, ¿se desnucará?”. ¡El cayó, pero fui yo quien se desnucó!
Cuento de la tradición sufí.
sábado, 30 de octubre de 2010
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